Descubra quién es usted y no tenga miedo de serlo.
– Mahatma Ghandi
Svadhyaya es un término sánscrito utilizado en el hinduismo para referirse al conocimiento profundo de nosotros mismos, o al estudio de nuestro ser.
Si lo pensamos bien, es con nosotros que pasaremos toda la vida, para bien o para mal. Sin embargo, ¿cuántos pueden decir que realmente se conocen a sí mismos?
Puede parecer una pregunta obvia, pero una vez que comenzamos a explorar este tema nos damos cuenta de que hay algunos aspectos peculiares de nosotros mismos que nunca habíamos notado, por ejemplo, un uso repetido de una determinada palabra, un tic nervioso al que nunca habíamos prestado atención, un hábito diario que se ha convertido en un ritual.
Todas estas facetas y el camino para conocerlas y descifrarlas son la base del concepto de svadhyaya, el estudio de uno mismo. En este artículo averiguaremos qué es, cuáles son sus orígenes y cómo podemos integrarlo en nuestra vida.
Svadhyaya, ¿qué significa?
El término deriva de la raíz sánscrita sva, que significa «yo» o «propio», y adhyaya, que significa «lección», «lectura» o «conferencia». También se puede interpretar como que proviene de la raíz dyhai, que significa «meditar» o «contemplar». Ambas interpretaciones connotan un estudio profundo del yo .
Svadhyaya, en la tradición yóguica, se considera un niyama, que es un deber positivo y justo destinado a elevar una virtud humana .
Niyama es de hecho uno de los pasajes del Raja Yoga que nos enseña a insertar cualidades positivas en nuestra vida diaria para elevar el alma humana y reemplazar los comportamientos negativos que previamente entendíamos y luego dejamos atrás a través de yama, la primera etapa del Raja Yoga.
Svadhyaya, entre los niyamas, es la práctica más estrechamente vinculada a uno mismo: podemos considerarlo un acto real de introspección y su propósito es enseñarnos a distinguir entre lo que somos y cuáles son los hábitos que hemos construido en el transcurso de nuestra vida, fruto de experiencias y estímulos externos.
Al estudiar uno mismo, es posible descubrir la mayor Conciencia que está presente en todo el universo y comprender cómo el yo individual encaja en esa Conciencia.
La meditación y el yoga son excelentes formas de practicar svadhyaya, dirigiendo la atención hacia adentro en lugar de hacia afuera (pratyahara). El autoaprendizaje en yoga también significa estudiar el cuerpo y comprender sus necesidades y limitaciones.
¿Cómo se practica Svadhyaya?
¿Cómo podemos empezar a aplicar esta disciplina a nuestra vida?
Básicamente, svadhyaya se divide en tres etapas:
- Observación: Aquí observamos nuestros pensamientos, acciones, comportamientos y hábitos y nos hacemos preguntas clave sobre ellos.
- Comprensión: en esta fase tratamos de dar respuesta a las preguntas planteadas durante la observación, prestando atención a patrones de comportamiento influidos desde el exterior y hábitos que realmente no nos pertenecen.
- Separación y unión: en la última fase crucial, nos separamos de todo lo que no nos pertenece y encontramos nuestro núcleo, el verdadero Ser, descubriendo cómo nos une a la Conciencia universal perfecta.
Observación
El primer paso es aprender a observarnos a nosotros mismos como si nos miráramos en tercera persona, desde un ojo externo. Es una acción que hay que realizar durante mucho tiempo, con paciencia y de manera profunda. No se refiere simplemente a mirarse en el espejo durante unos minutos, aunque todavía puede ser útil: hay que aprender a observar a la persona en su totalidad, como si quisiéramos robar un secreto oculto.
Un consejo útil puede ser mirarnos en el espejo como si estuviéramos mirando a alguien que no conocemos . De esta forma nos entrenamos para desprendernos de la visión «contaminada» que tenemos de nosotros mismos y aprendemos a examinarnos desde otros puntos de vista, descubriendo detalles que quizás antes pasaban desapercibidos.
Evidentemente, la meditación se convierte en una práctica casi obligada para acercarse a esta disciplina, ya que no hay mejor forma de desapegarse de uno mismo que meditar profundamente. La meditación nos lleva a convertirnos en observadores y testigos de nuestros pensamientos y acciones, en lugar de dejarnos llevar ciegamente por ellos.
Comprensión
Cuanto más meditas en ti mismo, más preguntas te haces: ¿por qué cambio la velocidad de mi respiración cuando hago o veo algo específico? ¿Empiezo a caminar con la pierna derecha o con la pierna izquierda? ¿Cómo sostengo mi espalda cuando estoy sentado?
Cuanto más continuemos con esta disciplina, más preguntas surgirán espontáneamente: algunas serán útiles para el propósito, otras solo nos harán comprender cuántos de nuestros gestos diarios son en realidad el resultado de una repetición mecánica diaria. A medida que avanzamos, las preguntas se vuelven importantes y menos superficiales, a medida que comenzamos a llegar al núcleo de nuestro ser .
Profundizando en nuestro ser, junto con los hábitos también descubriremos prejuicios: no solo los que tenemos hacia los demás, sino también los que tenemos hacia nosotros mismos y que nos limitan o imponen un determinado comportamiento. Estos estarán entre los más importantes de entender y luego disolverlos lentamente hasta que podamos separarlos de quienes somos realmente.
Separación y unión
Al final del camino de la introspección, llegaremos a comprender qué acciones y pensamientos identifican al «verdadero» Yo y cuáles son, en cambio, solo una fachada construida para el «rol» que hemos decidido interpretar o que las situaciones que hemos vivido impuesto sobre nosotros.
Svadhyaya se revela en la imagen yóguica tradicional del océano y sus olas. Aquí cada ola, que viaja por la superficie del mar, se compara como un individuo. Destaca por su posición en el espacio, así como por otras cualidades como la forma y el color, pero la sustancia de cada ola es el mar en sí.
Las ondas y la sustancia de la que surgen son las mismas. Y dado que las olas individuales son parte del mar, no aumentan ni disminuyen la inmensidad del agua de la que están hechas. Una ola no es otra que el mar, aunque tiene su propia identidad individual cuando se manifiesta.
Como las olas del mar, se dice que la conciencia individual nunca se separa de la Conciencia infinita en la que habita su ser. Las mentes individuales tienen cualidades, preferencias y colores distintivos, pero no son completamente autónomas. Cada mente es una ola en una vasta extensión de Conciencia.
En la etapa de separación y unión traemos a la conciencia la experiencia de esa inmensa Conciencia, el Ser (estas palabras están en mayúscula para distinguirlas de la conciencia ordinaria y la identidad del yo). Así como podríamos teorizar que un día una ola podría descubrir su naturaleza acuosa, un ser humano puede descubrir la Conciencia Profunda, que es la sustancia de la conciencia individual. Este es el autodescubrimiento proceso que es la esencia de svadhyaya.
El papel clave de la meditación
Como hemos mencionado, la meditación es un proceso clave en este camino.
Svadhyaya consiste en imprimir repetidamente la idea de la Conciencia infinita en la mente y regresar continuamente a una visión intuitiva de la misma. Esto se logra a través de recitaciones contemplativas (generalmente tomadas de textos sagrados) y meditación en un mantra .
Cuando la mente es transparente, cuando no se distrae con pensamientos que compiten o se perturba con gustos y disgustos, no oculta el Sí mismo. En esos momentos se dice que está «llena de sattva» (el principio de claridad y justicia mental). Este estado es el propósito de svadhyaya, porque permite que la experiencia de la autoconciencia penetre en la mente.
Aquí hay algunos consejos para practicar svadhyaya a través de la meditación:
- Busque escrituras, lecturas, poemas o conferencias inspiradoras impartidas por maestros que parezcan haber adquirido un conocimiento interno. Utilice estos recursos para la contemplación del Ser.
- Si aún no lo tiene, elija su propio mantra para repetir en meditación durante 10 a 20 minutos todos los días. Puedes elegir lo que quieras, pero el mantra tradicionalmente asociado con svadhyaya es Tat tvam asi. Este mantra se puede traducir como «eres lo que buscas» .
- Deje que el testigo silencioso, la conciencia que habita en usted, se despierte gradualmente. No tengas prisa ni expectativas, no te juzgues. Es una búsqueda silenciosa y profunda, que debe ser movida por la curiosidad y no por la impaciencia.
Conclusión
Svadhyaya es un estudio continuo, constante y profundo de nosotros mismos: al igual que las investigaciones más clásicas, es necesario experimentar de tantas formas como sea posible sin juzgar, aprendiendo a entender cuáles son las respuestas, pero sobre todo cuáles son las preguntas correctas que debe ser preguntado .
Nunca dejas de aprender sobre ti mismo, porque nunca dejas de crecer mientras estás vivo. Aprender a vernos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea liberándonos de los prejuicios del ego (que altera nuestra relación con la Conciencia universal) es una de las mayores revelaciones de la meditación.
Otra enseñanza importante de esta profunda introspección es que los hábitos que poco a poco nos hemos ido separando de nuestra persona son cosas que todos llevan consigo , para bien o para mal: ser conscientes de esto nos hará más empáticos con las acciones de los demás, de manera que para poder acercarnos un poco más al entendimiento y alejarnos de los prejuicios .
¿Practicas ya este tipo de introspección? ¿Puedes decir que realmente te conoces a ti mismo? ¡Háznoslo saber en los comentarios!