Todos hemos oído hablar del Zen al menos una vez. En el lenguaje moderno, «ser Zen» es a menudo sinónimo de estar relajado, imperturbable y tranquilo. Pero, ¿qué significa exactamente esta palabra?
Muchos se acercan a la meditación Zazen porque tienen curiosidad por experimentar no solo la práctica de la meditación en sí, sino también y sobre todo los dictados del Zen.
Sin embargo, son muy pocas las personas que comprenden plenamente su significado y pueden acogerlo en sus vidas.
En este artículo intentaré explicarte de la forma más completa posible qué es el Zen, cuáles son sus orígenes y cómo podemos empezar a seguir sus enseñanzas en nuestra vida diaria.
Zen: significado y origen
Zen es la pronunciación japonesa del carácter chino «Chan» (禪), que a su vez es la traducción del término sánscrito «Dhyana«. Su significado literal es «visión», pero a menudo también se traduce como «meditación», entendida como «un estado de perfecta ecuanimidad y conciencia».
La práctica de Dhyana fue ampliamente utilizada en el budismo, el hinduismo y el jainismo para lograr la iluminación (que según la religión se veía como una perfecta pureza mental, reunión con Dios o apertura del tercer ojo).
El zen, al igual que el taoísmo, no es nada fácil de explicar y comprender: no es una filosofía ni una religión, ni una técnica específica para obtener ciertos resultados.
El zen es una forma mental, un estado mental que no tiene tiempo ni lugar y depende en gran medida de nuestra intuición.
Su propósito es brindarnos un camino que nos lleve de regreso a nuestro verdadero yo, al presente, al «aquí y ahora», alejándonos de distracciones innecesarias y actitudes mentales que nos aíslan de la realidad.
Bodhidharma, el monje indio considerado el fundador de la escuela Chan/Zen, lo describe de la siguiente manera:
Una tradición especial fuera de las escrituras
No depende de palabras y letras
Apunta directamente al corazón del hombre
que ve en su propia naturaleza y se convierte en Buda.
Queriendo simplificar esta definición, podríamos describir ampliamente el Zen de la siguiente manera:
- Es una actitud, no una fe.
- Zen significa experimentar el momento presente y estar agradecido por el don de la vida misma.
- Ser Zen significa tomar plena conciencia de nuestra conexión con el mundo y con todo lo que forma parte de él.
- El zen es la libertad de las distracciones y los conflictos ilusorios del mundo material.
- Ser Zen significa ser parte del flujo del universo.
¿Por qué es importante vivir en el presente?
Llegados a este punto, podríamos preguntarnos por qué es tan importante atesorar el momento presente. ¿Por qué el futuro, el pasado y todos los pensamientos que nos aíslan de la realidad deben ser eliminados de nuestra mente?
La respuesta es tan fascinante como enigmática: según el Zen, eliminando nuestras superestructuras mentales y superando el apego al mundo material es posible llegar a la Verdad Absoluta y vivirla en su plenitud.
Nunca se especifica en detalle qué es esta Verdad (también llamada Iluminación, similar a la experimentada por el Buda), porque es una experiencia subjetiva y única para cada persona.
En términos generales, el mensaje es renunciar a nuestras certezas y la aparente sensación de seguridad que las acompaña para desafiar nuestros patrones mentales y cuestionarnos a nosotros mismos como seres humanos.
De hecho, el zen también se conoce como la cultura del no ser precisamente por su invitación a abstraernos de todo lo que sabemos para vernos en otra perspectiva, una en la que no existimos como individuos separados sino como parte fundamental de algo más grande.
La parte importante del Zen es la experiencia real. Incluso con solo tratar de aplicar sus preceptos, nos convertimos en parte del movimiento perpetuo de la humanidad.
Las paradojas del Zen
Uno de los aspectos del Zen que más confunde a quienes no lo conocen son las paradojas: la paradoja juega un papel fundamental en las enseñanzas del Zen, ya que empuja la mente en una dirección diferente a la que está acostumbrada durante la rutina.
Hacerlo ayuda a mantener a raya el pensamiento racional y libera la creatividad y la intuición. También indica una verdad que no se puede derivar racionalmente mediante el uso de la lógica.
No te asustes por estas paradojas, ya que sirven para estimular y desafiar nuestra mente. Cada reflexión que se derive de ella es un paso hacia la conciencia.
Las paradojas más importantes del Zen son las siguientes:
- No es nada y es todo al mismo tiempo.
- Está vacío y lleno.
- Rodea todo y está rodeado de todo.
- Es el principio y el final.
¿Es realmente útil el zen?
Es fácil para algunos descartar el Zen categorizándolo como un viaje mental sin significado real. Estas personas aún no están preparadas para lidiar con este nivel particular de desarrollo espiritual, y es absolutamente aceptable.
El camino hacia la conciencia nunca debe apresurarse, y si después de leer este artículo el Zen todavía parece algo poco creíble, simplemente significa que no es el momento adecuado para darle la bienvenida a tu vida.
Zazen
Hasta ahora hemos aprendido que el Zen es una forma de ayudar al hombre a recuperar su verdadero yo. Pero, ¿cómo lograr este objetivo de manera concreta? La meditación Zazen es la práctica que se utiliza para acercarse a la verdad del Zen.
Zazen es la palabra que se utiliza para referirse a la posición adoptada por el Buda Shakyamuni cuando alcanzó la iluminación: es el clásico sentarse con las piernas cruzadas típico de la meditación.
La práctica del Zazen se originó en la antigua India, donde para escapar del calor opresivo, los pensadores comenzaron a meditar en los bosques y colinas, bajo el dosel de enormes árboles que les proporcionaba algo de sombra y alivio.
Sin embargo, descubrieron que ponerse de pie cansaba fácilmente, mientras que estaban acostados se quedaban dormidos.
La postura Zazen nació precisamente para permitirle una posición cómoda que al mismo tiempo garantizara la concentración.
En Zazen el enfoque está en armonizar el cuerpo, la respiración y la mente. La respiración juega un papel fundamental en este sentido: en la India la respiración se llama prana o vida por su profunda conexión con nuestra energía vital.
Es un medio muy poderoso de ayudar a la mente a disolver las perplejidades y decepciones que la afligen.
También existe una forma ortodoxa y simplificada de Zazen, la posición del loto, que involucra el pie derecho descansando sobre el muslo izquierdo y el pie izquierdo sobre el muslo derecho.
Al final de la meditación Zazen, las manos se colocan sobre el pecho con la mano derecha agarrando el puño izquierdo. A esto le sigue una caminata lenta, interrumpida por una respiración por cada paso, llamada Kinhin, que ayuda a mantener la mente en calma y a aliviar la rigidez de las piernas.
Beneficios de la meditación zazen
En Zazen no se busca nada, ni siquiera la iluminación. Bodhidharma lo definió precisamente por esta razón como la práctica del no buscar.
Sin embargo, los resultados obtenidos de esta meditación son sustanciales: si se practica de manera constante, fortalece el sistema nervioso involuntario, abre el plexo solar y aporta muchos beneficios, entre ellos:
- Recuperación de algunas enfermedades.
- La actitud mental que te permite eliminar los malos hábitos.
- La cancelación de impulsos destructivos.
- Desarrollar una mayor comprensión.
- La liberación de la ansiedad y el estrés.
Los resultados de experimentos científicos recientes indican que Zazen actúa sobre nuestras ondas cerebrales. En resumen, la práctica prepara el cuerpo y la mente para la siguiente fase de actividad vital.
Los sutras
Un último aspecto fundamental del Zen son los Sutras, las enseñanzas de los sabios. El término se traduce literalmente como «hilo» del sánscrito, que significa una oración corta.
La enseñanza Zen dice: «Una buena palabra mantiene un burro clavado en un poste durante cien años». Los Sutras son breves enseñanzas diseñadas para transformar y hacer evolucionar nuestro pensamiento para acercarnos a la Verdad.
Se recitan para inducir un estado mental que fomenta la conciencia y nos hace sentir uno con el mundo.
Originalmente, la palabra se usaba para identificar las enseñanzas orales transmitidas directamente por el propio Buda, que luego fueron recitadas de memoria por su discípulo Ananda durante el Primer Concilio Budista.
En el budismo oriental y tibetano, sin embargo, se cree que no solo el Buda sino también sus discípulos pueden haber impartido enseñanzas que forman parte del canon oficial.
En estas ramas del budismo también se aceptan otros textos no atribuibles a las recitaciones orales originales de Ananda. Estos textos están destinados a incluir la Verdad que emana de la naturaleza de Buda y, por lo tanto, se consideran Sutras.
Cómo llevar el Zen a nuestra vida
Entonces, ¿qué significa realmente vivir el Zen? Mi explicación favorita es la del famoso maestro Zen Philip Kapleau en la introducción al libro Zen Keys de Thich Nhat Hanh, donde describe el Zen como un posible antídoto para muchos de los problemas de la sociedad moderna:
Una respuesta obvia es: a través del Zen. No necesariamente el budismo zen, sino el zen en su sentido más amplio de una mente consciente que apunta en una dirección de una vida disciplinada con sencillez y naturalidad, frente a una vida artificial y forzada; de la vida involucrada con compasión en el bienestar del mundo y no egocéntrica y agresiva. Una vida, en definitiva, de armonía con el orden natural de las cosas y no en constante conflicto.
En cierto modo, esto no es solo Zen: Kapleau describe la vida misma. Esta es la sabiduría intuitiva de la que hemos hablado en este artículo. Para dar la bienvenida al Zen a nuestras vidas, no necesitamos grandes rituales, sino simplemente pequeños gestos que nos acerquen a la tranquilidad:
- Vive cada momento con conciencia. Si estamos limpiando la casa, sumergámonos en el acto de limpiar; si estamos con nuestros seres queridos, estamos completamente presentes para ellos; si nos estamos relajando, simplemente relajémonos, sin dejar que los eventos del día o las preocupaciones del futuro persigan nuestros pensamientos.
- Entender que tener menos es tener más y ser consciente de cómo esto afecta el estado de nuestra mente. Esta actitud nos ayuda a aceptar las cosas plenamente como vienen y a apreciarlas en su totalidad.
- Cuidar nuestro bienestar y el bienestar de todos los demás seres como uno solo, para comprender cómo estamos todos interconectados.